Hoy, nos adentraremos en el simbolismo de una herramienta esencial en nuestra Logia: el Nivel. Esta herramienta, aparentemente simple, encierra profundas lecciones para nuestro viaje masónico y nuestra vida en el mundo profano.
El Nivel: Un Símbolo de Igualdad
En su forma más básica, el nivel es un instrumento que nos permite determinar si una superficie es horizontal. En la Masonería, este objeto trasciende su función práctica para convertirse en un poderoso símbolo de igualdad. Representa la idea fundamental de que, dentro de la Logia, todos los hermanos somos iguales, sin importar nuestro estatus social, riqueza o posición en el mundo exterior. Como nos recuerda Aldo Lavagnini en su “Manual del Aprendiz”, la Masonería busca labrar el progreso de la humanidad sobre la triple base de la educación moral, el progreso espiritual y el mejor discernimiento y cumplimiento de nuestros deberes. Y en este labrar, todos somos iguales en nuestra búsqueda de la verdad.
Jorge Adoum, en “El Aprendiz y sus Misterios,” nos dice que “el gran objetivo de la Masonería es despertar el poder latente en cada ser y convertir al hombre en Dios consciente de su divinidad sin limitaciones ni dudas.” El nivel nos recuerda que este despertar es un proceso individual y colectivo, donde todos estamos en el mismo plano, aprendiendo y creciendo juntos.
Uso Simbólico en la Logia
El nivel se utiliza en la Logia durante diversas ceremonias y rituales. Su presencia nos recuerda constantemente que debemos esforzarnos por mantener la armonía y la igualdad entre los hermanos. Cuando vemos el nivel, recordamos que no hay jerarquías en nuestra búsqueda de la verdad. Todos somos aprendices en este camino, y todos tenemos el mismo derecho a la instrucción y al crecimiento espiritual. Como se menciona en “Liturgia Primer Grado 1.pdf,” durante la apertura de los trabajos, los Vigilantes se aseguran de que todos los presentes sean aprendices masones, reafirmando esta igualdad fundamental.
Correlación con el Mundo Profano
El simbolismo del nivel no se limita a la Logia; tiene una profunda relevancia en nuestra vida cotidiana. En el mundo profano, a menudo nos encontramos con desigualdades y jerarquías que pueden generar conflictos y resentimientos. El nivel nos enseña a buscar la igualdad y la justicia en todas nuestras interacciones. Nos recuerda que todos los seres humanos merecen respeto y dignidad, independientemente de su origen o condición.
El nivel nos invita a reflexionar sobre nuestras propias actitudes y prejuicios. ¿Tratamos a todos con la misma consideración y respeto? ¿O permitimos que las diferencias sociales o económicas influyan en nuestras relaciones? Como masones, debemos esforzarnos por llevar el principio de igualdad a todos los aspectos de nuestra vida. Debemos ser defensores de la justicia y la equidad, trabajando para construir un mundo más fraterno y armonioso.
El “Manual do Aprendiz” de Magister nos instruye que debemos esforzarnos en “tornar-nos verdadeiros maçons”, y esto implica practicar la igualdad en todos los aspectos de nuestra vida. Como constructores, debemos construir una sociedad donde la igualdad sea un principio fundamental.
Conclusión
El nivel, hermanos aprendices, es mucho más que una simple herramienta. Es un recordatorio constante de nuestra igualdad fundamental como seres humanos y como masones. Nos invita a buscar la armonía y la justicia en nuestras vidas y a trabajar por un mundo más fraterno. Que este símbolo nos inspire siempre a practicar la igualdad y el respeto en todas nuestras interacciones, tanto dentro como fuera de la Logia.
Que así sea.
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