Rito Escocés Rectificado

La masonería tradicional del Rito Escocés Rectificado, añejo rito europeo de ocho grados, cristiano y trinitario de 1774, llegó a México en diciembre de 2007 con una patente del Gran Priorato de Hispania para formar la Justa y Perfecta Logia Santo Grial núm. 116,10​ y abandonó dicha obediencia en septiembre del 2011. En mayo del 2012, ingresó al Gran Priorato de las Galias, obediencia francesa a la que pertenece actualmente.

Posteriormente, el año 2013 vería nacer dos logias de distinto significado. Surgiría el Triángulo Masónico “Caballeros de la Luz” Nº 13, obediente al Gran Priorato Rectificado de Hispania (GPRDH); este Triángulo se constituye como Logia de San Juan el 5 de octubre de 2019, en la Ciudad de Madrid, teniendo como testigos al Gran Maestro de la Gran Logia Soberana de Portugal, el Gran Prior del Gran Priorato Rectificado de Italia y el Gran Visitador del Directorio Nacional Rectificado de Francia – Gran Directorio de las Galias (DNRF/GDDG).

Para ese mismo año de 2013 nace la primera logia de este rito bajo el sistema de Grandes Logias, es decir, con trabajos exclusivamente en los tres primeros grados, descartando el cuarto grado masónico para los denominados “Altos grados”. Se trata de “Et Gloria in Perpetum” Nº7,12​ de la Gran Logia de la Ciudad de México.

Así, en México, el Rito Escocés Rectificado trabaja bajo el sistema de régimen y de grandes logias. Sus rituales y su código originales, derivados de la Estricta Observancia Templaria del barón von Hund, no se han modificado desde su fundación, sea cualquiera el idioma, tiempo o lugar donde se trabaje.13​ Esta masonería halla sus fuentes doctrinales en Martínez de Pasqually, en el simbolismo templario, así como en la Biblia cristiana y los Padres de la Iglesia, alejándose así de las metodologías del conocimiento sagrado de otras religiones no occidentales, tan comunes en la gran mayoría de los ritos masónicos contemporáneos.14​ A diferencia de otros movimientos y masonerías neotemplarias, el rito escocés rectificado no se reconoce como heredero histórico material del templarismo, que muere en 1314, pero sí hace suyo, especialmente en sus altos grados, el simbolismo caballeresco que de él se deriva, así como la numerología cristiana, presente en Martínez de Pasqually.15​